William Ramsay

Sir William Ramsay, fue un químico escoces, notable debido a que investigó y creó los gases nobles, como el argón, helio, neón, xenón y criptón; los cuales terminarían siendo puestos en la tabla periódica.

Debido a sus descubrimientos y trabajo dentro de la química, fue ganador del Premio Novel de Química de 1904. Mucha de su investigación empezó después de que descubriera el radón en un trabajo conjunto con John William Strutt.

Orígenes

William Ramsay nació el 2 de octubre de 1852 en Glasgow, Escocia. Sus padres fueron William C. Ramsay y Catherine Robertson. Dentro de su familia no sería el único científico notable dado que su tío era el renombrado geólogo sir Andrew Ramsay.

Sus estudios dentro de la química empezaron entre 1866 y 1870 dentro de las universidades de Glasgow, aunque después obtendría su doctorado en 1872 dentro de la Universidad de Tubinga, en Alemania.

Su vida como investigador

Luego de terminar sus estudios en Alemania regresaría a Glasgow para trabajar dentro de la Anderson College, trabajo que tuvo entre 1872 y 1874. Posteriormente trabajaría por seis años dentro de la Universidad de Glasgow, dentro de la cual realizaría una investigación sobre los alcaloides.

A partir de 1879 empezaría a realizar distintos estudios dentro de la física química. Luego, en 1880 sería profesor en la University College of Bristol, universidad en donde llegaría a tener el cargo de director entre 1881 y 1887.

Siendo siempre un químico con una pasión por la investigación, durante esta época realizaría distintos trabajos investigativos junto a Sydney Young, un químico de origen británico. Entre los dos llegarían a publicar más de 20 investigaciones distintas, todas enfocadas en el tema de las características físicas de diferentes líquidos y gases.

Ya en 1887 llegaría a Londres para un nuevo empleo de profesor dentro de la University College of London, donde estuvo trabajando hasta el final de su carrera en 1913.

Debido a su trabajo y notoriedad dentro del campo científico, en 1888 es nombrado miembro de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural.

En 1893 realizaría otro trabajo en conjunto, pero esta vez con John Shields. Ambos se dedicarían a verificar una ley física que fue establecida por Roland Eötvös’s. Esta ley hablaba de la constancia de la tasa de cambio de la energía que existe en las superficies moleculares a través de la temperatura.

En 1892 el reconocido John William Strutt, el tercer barón de Rayleigh; tuvo en sus manos pruebas de que había una notable diferencia en los datos que había hasta entonces del nitrógeno en forma gaseosa en compuestos y dentro de la atmósfera. En un inicio Lord Rayleigh atribuyó este descubrimiento a la presencia de un gas ligero que se encontraba en distintos compuestos químicos del nitrógeno. No obstante, Ramsay sospechó que había algo más detrás de ello, que se trataba de un gas que hasta entonces se desconocía. Ante esto, ambos hombres unirían intelectos para realizar dos procesos químicos que eliminaban todos los gases conocidos que había en el aire. Esto los llevó a que anunciaran en 1894 el descubrimiento del argón, llamado por la palabra griega para perezoso. Anunciaron que el gas formaba menos del 1% de la atmósfera.

Más tarde, en 1893, Ramsay descubriría el helio, luego de que lo liberara de un trozo de cleveíta. En su libro de 1896, Los gases de la atmósfera, intuyó que, debido a las posiciones que tenían el argón y el helio dentro de la tabla periódica, debían que existir al menos otros tres gases nobles. Esto lo llevó a que en 1898, junto al químico Morris W. Travers, aislara el neón, criptón y el xenón a través del aire, gases que hasta entonces eran desconocidos.

Luego, en 1903 junto a Fredrick Soddy, demostraría que el helio se producía cuando se realizaba la desintegración radiactiva del radio. Este fue un hecho que sería de vital importancia para comprender más adelantes las reacciones nucleares. También demostraría que el radón era el sexto gas noble en 1910.

Cabe destacar que Ramsay también tuvo un rol importante dentro del mundo de la educación, siendo un fiel creyendo de la educación científica en colegios y universidades. Esto, lo llevó a ser el primer en escribir libros que ilustraban la clasificación periódica de los elementos en 1891. También escribiría otros libros como el de Química Moderna (1902) y Ensayos, Biografía y Química (1908).

Sus descubrimientos e influencia lo hicieron ser nombrado ser por la corona británica en 1902, para luego ganar el Premio Nobel de Química en 1904.

El resto de su vida seguiría siendo una eminencia en el ámbito científico del momento, llegando a ser presidente de la Sociedad Química entre 1907 y 1909.

Fallece por cáncer nasal a la edad de 63 años en Buckinghamshire.

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