Roald Amundsen

Roald Engelbregt Gravning Amundsen nació el día 16 de julio del año 1872 en la localidad de Borge de Noruega. Fue un explorador fascinado por las regiones polares del planeta, aquellos rincones donde el frío rebosa y las ventiscas están a la orden del día. En 1897 ya pisaba el suelo ártico, cuando se llevaba a cabo la expedición del Gerlache.

Más adelante, en el año 1903, a bordo del buque llamado Gjoa, rodeó la costa norte de Canadá tras haber descubierto el paso del Noreste con la finalidad de llegar al Polo Norte, el cual siempre fue su objetivo, conquistar dicho lugar, pero un hombre llamado Robert Peary llegó a allí antes. Amundsen se enteró de esto mientras preparaba la expedición.

Gran hazaña

El hijo de Jen Amundsen no era alguien que se rendía fácilmente, por lo que, cambió sobre la marcha los planes de su expedición y puso rumbo hacia la Antártida. Dicho viaje no fue nada sencillo y sabiendo esto, en su equipo se encontraban esquiadores bastante diestros para que supieran manejarse y moverse bien en terrenos nevados.

Al igual, los trineos tirados por perros fueron uno de los elementos presentes en dicha expedición, facilitando un poco la movilidad en aquellas tierras gélidas.

Sin embargo, para llegar hasta la Antártida se necesitaba una embarcación adecuada y capaz, que pudiera llevar a Roald a la gloria de la conquista. Por eso es que el naturalista y científico Fridtjof Nansen, que al igual que a Amundsen, también le fascinaban las expediciones a los polos, se decidió a prestarle el llamado “Fram” una nave usada por Nansen para sus visitas al ártico.

En 1911 sería el año en el cual Roald llegaría al Polo Sur, convirtiéndose en el primer hombre en haber llegado hasta aquel lugar, y para dejar prueba de ello, izó la bandera de la nación escandinava y establece su base en la Plataforma de Ross, ubicada en el mar de Ross, a esto le denominó Franheim, como homenaje a la embarcación que lo llevó hasta allí.

Poco después, tan solo unas escasas semanas tras la llegada de Amundsen al Polo Sur, la expedición comandada por Robert Scott llegaría al lugar, pero lamentablemente no pudo quedarse con la gloria de haber sido el primero en llegar a aquel sitio.

De igual forma, la carrera de exploración y expediciones del noruego no se quedaron allí, pero lo que sí es cierto, es que tuvieron que verse pausadas pues unos años después de haber logrado su cometido, estalló la Primera Guerra Mundial que azotó principalmente al continente europeo como es bien sabido.

Muerte

En el año de 1926, con la situación bélica de Europa bastante más calmada, decidió volver a intentar llegar hasta el Polo Norte, pues sin contar aquella vez cuando Robert Peary se le adelantó, también había fallado otro intento en 1925. Esta vez, iba a bordo del Norge, un dirigible italiano que mandó Umberto Nobile.

Transcurrieron dos años y Umberto, que intentó realizar una expedición junto a su nuevo dirigible llamado Italia, sufrió un accidente y Amundsen al enterarse, se dirigió hacia el lugar el 18 de julio de 1928 con el objetivo de rescatar a Nobile, sin embargo, un accidente de aviación, acabaría con su vida. Lamentablemente, su cuerpo jamás fue encontrado, tan solo unos pocos restos de lo que quedó del avión en el que iba.

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