Uno de los temas más importantes que han llevado al ser humano a cuestionar desde que es capaz de pensar, es el de la existencia; de dónde proviene, las razones, su naturaleza, entre otras más.
Dar respuestas concretas a una pregunta tan complicada han llevado a que, desde la antigüedad, hayan salido diversos pensadores de divergentes territorios y pensamientos para dar respuestas, o una aproximación cómoda sobre ellas, que permitan darle sentido a la existencia misma.
Hasta el mismo pensar se ha cuestionado, buscando desde la reflexión cuál es la validez que le aporta seguridad a cada individuo sobre su manejo en el mundo que le permita adaptarse con mayor significancia. Por esta razón, usando como recurso informativo esta entrada, se mostrarán los aportes de uno de los pensadores más importantes de la historia; en concreto, de la historia de la filosofía.
Tanto es su relevancia que la consideración por sus contribuciones lo han llevado a ser conocido como el padre de la filosofía contemporánea. Ese hombre es René Descartes. El aporte que nutrió significativamente su contribución dentro del mundo académico es conocido como un sistema de pensamiento racionalista, dado que se considera a la razón, valga la redundancia, como la única capaz de expresar y demostrar su propia existencia, mostrando todo lo demás como vicio.
Por tal motivo se dará un esbozo sobre sus pensamientos que van dirigidos a intentar dar sentido a una de las interrogantes más prolíficas de la humanidad. En breve se conocerá su estructura de pensamiento con respecto a este idea.
Planteamientos principales
Cualquiera podría reconocer a este autor con solo citar la frase pienso, luego existo (cogito, ergo sum), pero, ¿cuál es la razón de este planteamiento? Estas ideas no podrían nacer de una trivialidad. Pues es correcto, no fluye en el vacío. Básicamente sus posiciones se construyen sobre la base de su descontento a la formación que llegó a tener cuando estudiante, llevándolo a poner en entredicho todas las doctrinas o sistemas de pensamiento que pudo haber adquirido.
Tal frase famosa nace en un cuarto oscuro frente a una lámpara. Al estar sin contacto humano, sino solo con su propio yo, que puede definirse mejor como su propio pensamiento, empieza a dudar de todo. Sin embargo, su duda no era para nada azarosa, más bien era sistematizada; duda de lo establecido, de lo que le ofrecen los sentidos, hasta de su propia existencia. Ahora bien, el llegar a ese punto, sucede algo muy interesante con su duda metódica.
Pues sencillamente esa duda tiene un límite que da paso a la certeza; esto es, la claridad de que se está dudando y cómo la duda es una facultad del pensamiento, que a su vez es una característica distintiva para determinar que se está vivo; entonces se concluye que se piensa (se duda) para luego poder entender que se existe. A partir de aquí él intenta construir una doctrina en la que se comienza a trabajar en función de nuevos principios, tanto fuera como dentro de la ciencia.
Todos ellos fueron incorporados en su obra magna el Discurso del Método, una obra publicada en 1637. No obstante, nada queda ahí, puesto que al Descartes ser matemático y filósofo intentó manejar los principios forjados por él para darle sentido a la existencia de Dios y a la manera en cómo está compuesto el hombre en esencia, incluyendo su pensamiento.
De ahí nace el llamado dualismo psicofísico cuyas ideas establecen que el hombre es un ser que tiene una entidad material y una inmaterial, en la que su comunicación se establece por medio de una estructura llamada glándula pineal. Descartes decía que lo material era posible examinarlo y explicarlo por medio de las leyes de la naturaleza, mientras que lo inmaterial solo podría ser entendido con el método de la introspección.
Respecto a la idea de una divinidad, él diversificó las clases de ideas que posee el ser humano. Una de ellas son las ideas innatas. En ellas estaban los contenidos que no provienen del testimonio de los sentidos, sino de algo fuera de él; en este caso, una de ellas era la idea de Dios que fue puesta en el pensamiento por su propia providencia.
Ideas finales
Con todo, se puede entender que su pensamiento reflejaba su época, una de nuevos establecimientos, ideas y principios novedosos para un vivir más puro y preciso. Ese tiempo fue la era del Renacimiento y de la Revolución Científica. Este magnífico autor promovió las ideas filosóficas de un nuevo corte, algo que lo hizo uno de los pensadores más grandes de la época y más importantes de la historia de la filosofía.
- Isaac Newton, aprende mas sobre él