Miguel Ángel fue un pintor y escultor italiano del cuatrochento. Nació en marzo de 1475 en Caprese, Italia y fue bautizado como Michelangelo Bounarrouti. Es una de las figuras más notables del Renacimiento italiano.
Desarrolló su obra entre Florencia y Roma, donde residían sus financistas: los príncipes de Médicis y los Papas. Fue también llamado El Divino, por su perfección en la escultura, que en sus propias palabras fue el arte que más le apasionó, aunque también fue pintor.
Fue el segundo hijo de los cinco que tuvo el matrimonio Buonarroti-Di Neri, quedó huérfano de madre a los seis años y quedó al cuidado de una familia picapedrera. Buonarroti fue sin duda, un genio de las artes, dominó la escultura, la pintura, la arquitectura y la poesía.
Descendiente de una familia honorable por haber sido parte de los Guelfos, una facción política que apoyó en el Siglo XII al Imperio Romano Germánico, pero con el tiempo se vinieron a menos y su padre de vez en cuando ocupaba cargos públicos. Socialmente cayeron en decadencia.
En Florencia su familia vivía de las rentas que le proveían una cantera de mármol y una finca. Estudió gramática con el maestro Francesco de Urbino, a pedido de su padre, pero Miguel Ángel sabía que eso no era lo suyo y le comunicó que quería ser artista.
Ludovico Di Leonardo no lo tomó bien, creía que no era un oficio digno de su alcurnia, pero Miguel Ángel lo convenció, e inicia su vida de artista, aunque ya su entrenamiento había comenzado a los 12 años cuando fue aprendiz en el taller de los maestros Doménico y Davide.
Sus obras atrajeron a Lorenzo de Médicis, Príncipe de Florencia, quien lo contrata como artista de su Palacio de la Vía Longa, allí desarrolla junto con otros artistas, ideas platonianas que se vieron reflejadas luego tanto en su escultura como en la poesía.
Obras platónicas de Miguel Ángel
Cuando murió Lorenzo El Magnífico, su mecenas, Miguel Ángel se fue de Florencia, hizo escala en Venecia y luego se instaló en Bolonia donde hizo varias esculturas bajo la influencia del escultor Jacopo della Quercia.
De Bolonia parte a Roma donde inicia una vida de éxitos artísticos. Entre 1498 y 1499, esculpe La Piedad, una de las obras más representativas de este artista italiano. La Piedad es una pieza de 1,74 X 1,75 m., expuesta en la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
En 1508 comienza a decorar la bóveda de la Capilla Sixtina, allí recreó el tema bíblico del Génesis en su visión neoplatónica, con el fresco titulado: La creación de Adán. Otra de sus obras más conocidas es Moisés, una pieza expuesta en la iglesia menor de San Pietro in Vincoli.
Entre 1536 y 1541, decoró el altar de la Capilla Sixtina con el fresco: El juicio final, una interpretación del fin de los tiempos desde la visión del Apocalipsis. Al tiempo que hacía esta obra, también realizó otras, para la tumba de Julio II.
Miguel Ángel falleció en 1564, en la ciudad de Roma.
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