Juan Aldama

Juan Aldama González, nació en lo que actualmente se conoce como San Miguel de Allende, en México, anteriormente denominado San Miguel el Grande, en el estado de Guanajuato el 3 de enero del año 1774.

Hijo del hogar conformado por María González y Domingo Aldama, los cuales concibieron en total ocho hijos varones y una mujer, de los cuales Juan e Ignacio se inclinaron por la vida militar.

Su corazón fue flechado en dos ocasiones, con Luisa Acevedo su primera esposa y con la que tuvo a Sebastiana su primogénita. Más adelante en 1794 luego de fallecer su esposa, contrae matrimonio nuevamente con María Luisa Vallejo y en esta ocasión fueron tres los hijos frutos de este amor, Ignacio, María Sebastiana y María Petra.

Su rebeldía y ganas de luchar por sus convicciones lo llevaron a participar junto a Miguel Hidalgo e Ignacio Allende con un objetivo en común, lograr la independencia de México, una lucha que juntos emprendieron al hacerle frente a las tropas españolas, buscando salir victoriosos de aquella contienda.

Insurgente mexicano

Una vida ciertamente agitada con un solo ideal su amado México, y no descansar hasta lograr su independencia. Es por ello que decide rebelarse en contra del yugo español, un deseo que no solo rondaba su cabeza, también la de otros compañeros y algunos miembros de su familia, entre los que destaca Ignacio Aldama, su hermano; todos estaban dispuestos a llegar hasta el final.

Hechos históricos de trascendencia en los cuales Juan y su hermano Ignacio tuvieron una partición protagónica, los cuales fueron fundamentales para el movimiento independista, entre los que cabe la pena mencionar:

En el año de 1809 en la Conspiración de Valladolid y en el año 1810 en las Juntas Secretas de Querétaro y San Miguel.

Dicha conspiración fue descubierta lo cual motivó a Juan a alejarse de San Miguel refugiándose en el pueblo de Dolores, donde el 16 de septiembre de 1810 junto a Miguel Hidalgo el cura, participó en la sublevación en la que por fin se oiría, el Grito de Independencia de México.

Su trayectoria y experiencia militar lo llevaron como Teniente General a dirigir sus tropas eficazmente en el asalto de Guanajuato y en la batalla de Monte de las Cruces, logrando la victoria en las dos ocasiones, lo cual lo impulsó a enrumbar sus tropas con destino a la capital mexicana, con una excelente participación en la batalla de Puente Calderón.

Ejecución de Juan Aldama

Cada paso dado por nuestro insurgente era dado con efectividad, un camino que cambió su rumbo sorpresivamente cuando con la finalidad de equiparse con implementos de guerra, se dirigía con otros rebeldes más a los Estados Unidos y sin tener oportunidad de escabullirse, fueron capturados en Acatita de Baján y llevados posteriormente a Chihuahua.

Aquí no se trató simplemente de privar a Juan de su libertad, fue procesado y finalmente condenado a muerte. Como un trofeo o en señal de castigo, su cabeza junto a las de Mariano Jiménez e Ignacio Allende fueron colocadas en el edificio Alhóndiga de Granaditas, de la ciudad de Guanajuato. Su ejecución se llevó a cabo el 26 de junio del año 1811.

Fue declarado héroe de la Patria en 1823 y en la actualidad la ciudad de León de los Aldama, lleva dicho nombre en honor de Juan Aldama González y su distinguida familia.

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