José Mariano Jiménez Maldonado Zapata, nació en la ciudad de San Luis de Potosí el día 18 de agosto de 1781. Fue uno de los grandes generales de la revolución mexicana.
Vivió su infancia y juventud en su ciudad natal, posteriormente se trasladaría a la Ciudad de México donde estudió ingeniería en minas, en el Colegio de Minería de México, graduándose en el año 1804.
Poco después se mudó a la Ciudad de Guanajuato trabajando como minero en la localidad donde pudo conocer los primeros movimientos independentistas, los cuales fueron captando su atención e interés de conocimiento, para ir forjando lo que más adelante seria el movimiento independentista mexicano.
Jiménez se presentó ante Miguel Hidalgo para ofrecer sus servicios como independentista, con la intención de lograr la hazaña de dar la intendencia al pueblo mexicano. Allí dio emprendimiento a su camino hacia la revolución que tanto aclamaban sus compañeros.
Con esfuerzo y tras años de notable disciplina y lealtad le otorgaron un ascenso, donde obtuvo el puesto de Teniente y a finales del mismo año ya poseía el del coronel el cual adquirió tras demostrar su maestría en batalla.
Cada día, tras sus estrategias en el campo de batalla y disciplina, este gran general fue destacando y llamando más la atención de los ciudadanos que comenzarían a apoyar la causa.
Con la ayuda de Hidalgo quien respaldo su crecimiento y el puesto que él deseaba ocupar, Jiménez continúo con una meta fija, el concretar una victoria decisiva para la revolución que ya el mismo había iniciado y seguía manteniendo.
Independencia y liderazgo
Luego de nombrar a Pedro Aranda como gobernador de Coahuila y tras enterarse la derrota de los líderes del movimiento insurgente en la batalla de Puente de Calderón envió hombres para recibirlos en Matehuala.
La finalidad era ayudar a aquellos que habían logrado escaparse del yugo y permitirles la oportunidad de llegar a una zona a salvo del gobierno opresor, por ende varios de sus mejores hombres cabalgaron con este rumbo fijo.
Al llegar los sobrevivientes fueron trasladaron en su gran mayoría con heridas y estado deplorable, una vez seguro Jiménez siguió su trayecto para seguir reuniendo personas que desearan pelear y establecer una nueva línea de lucha que debían ganar.
En Buena Vista se reunió con Hidalgo e Ignacio Allende, con quienes votaron a favor de la destitución de Hidalgo de su puesto y para marzo de ese mismo año viajaron a Estados Unidos para comenzar su plan de ejecución.
Posteriormente Jose Mariano llegó a Chihuahua donde fue emboscado y atrapado con varios hombres leales a su causa, los cuales contarían con el mismo final que su líder.
Fue fusilado en la plaza de Ejercicios de Chihuahua en junio de 1811, dejando un legado y valor independentistas a todo el pueblo mexicano.
Sus restos se trasladaron a la Catedral metropolitana de México para el año 1823. en el año 2010 fueron exhumados sus restos con honores máximos y llevados al Museo Nacional de Historia.