Íñigo López de Mendoza conocido también como el Marqués de Santillana. Nació en agosto de 1398, en Carrión de Los Condes, Palencia. También tuvo otros títulos: I Conde del Real de Manzanares, Señor de Hita, entre otros.
Proveniente de una familia noble. Su padre, Diego Hurtado de Mendoza, Almirante de castilla y su madre Leonor Lasso de la Vega una rica señora de la Casa de la Vega, un linaje de los nobles españoles de la Edad Media.
Su padre murió cuando él tenía tan solo 5 años y pasó parte de su infancia viviendo con su abuela Mencía de Cisneros, más adelante estuvo al cuidado y educación de su tío Arcediano Gutiérrez que después sería Arzobispo de Toledo.
A la edad de 14 años fue casado con Catalina Suárez de Figueroa en Salamanca. Catalina era hija de Lorenzo Suárez de Figueroa un noble de la Torre de Monturque, por lo cual aumentó su fortuna y linaje. De allí viaja a Aragón y se hace copero de Alfonso V de Aragón.
En esta corte conoció a los personajes literarios de su tiempo y también pudo leer las obras clásicas de entonces: La Eneida, La Divina Comedia y la poesía trovadoresca. Hizo grandes amistades: Enrique de Villena, Jordi de San Jordi y con los Infantes de Aragón.
Cuando regresa a Castilla se une a Juan II de Castilla. Como político estuvo de bajo perfil, sin embargo, participó en diversas luchas a favor de Juan II, lo que le valió el otorgamiento del título Marqués de Santillana y Conde Real de Manzanares.
Santillana siempre estuvo relacionado con la cultura y los libros, desde sus primeros años influenciado por los amigos de la casa, hombres de letras: Pedro López de Ayala, Fernán Pérez de Guzmán o Gómez Manrique.
Logró construir una gran biblioteca que pasó a llamarse luego Biblioteca de Osuna y tuvo buenos asesores como Juan de Mena, poeta de la Escuela alegórico-dantesca y de Diego Burgos, poeta también, y quien fuera su secretario.
Obra del Marqués de Santillana
La obra de Santilla oscila entre lo muy culto y lo muy popular. Influenciado por la cultura grecolatina, la cristiana y la literatura contemporánea catalana, intenta escribir endecasílabos en lengua castellana pero sin mucho éxito.
Sus cartas son tan famosas y bien escritas como sus poemas y prosas. El proemio y carta al condestable de Portugal es una de ellas. Este manuscrito se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca y en la Biblioteca Virtual Cervantes.
En cuanto a poesía, Santillana tiene las siguientes obras: Serranillas, Canciones y decires líricos. Sonetos, Triunphete de Amor, El infierno de los enamorados y la Comedieta de Ponça, el Bías contra Fortuna.
En prosa: Lamentación de Spaña, Proemio e carta al condestable don Pedro de Portugal, Glosas a los Proverbios, Refranes que dicen las viejas tras el fuego.
En su extensa obra, Santillana se atrevió a escribir sonetos en castellano que llamó versos al itálico modo, influido por Petrarca y sus 30 sonetos de amore.
El Marqués de Santillana fallece el 25 de marzo de 1458.
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