Los Hermanos Wright, Wilbur y Orville Wright, fueron dos ingenieros, inventores y unos de los primeros pioneros de la aviación. Por lo general son nombrados en conjunto debido a la manera que tenían de trabajar entre los dos durante varios años.
Hoy en día son puestos como responsables de haber inventado, construido y manejado el primer aeroplano potenciado y operado con un motor a través de la creación y pilotaje del Wright Flyer el 17 de diciembre de 1903 en Carolina del Norte. En el siguiente par de años ellos desarrollarían su propio aeroplano y lo volverían más aerodinámico y capaz de realizar viajes más largos cuando crean el Wright Flyer II, para luego realizar una versión con alas fijas en el Wright Flyer III. Esto los convirtió en las primeras personas en realizar un vuelo con una aeronave con alas fijas que pudiera ser controlada.
Mucho de los hallazgos de los hermanos Wright viene de la invención de un control de tres ejes que dejaba que el piloto pudiera mantener el equilibrio de la nave a la vez tuviera la oportunidad de cambiar de dirección, el cual es un sistema que se sigue usando hasta la actualidad en todo tipo de aeronaves con alas fijas.
A diferencia de las muchas otras compañías desarrolladoras en el campo experimental de la aeronáutica que a menudo buscaban desarrollar motores más potentes para el vuelo, los hermanos Wright se basaron más en un método en que el piloto pudiera controlar efectivamente la aeronave. Para poder ser exitosos en este aspecto construyeron un túnel de viento casero pequeño, el cual les ayudó a elegir mejores diseños de ala. Cuando finalmente su tecnología estuvo perfeccionada, su patente en Estados Unidos no fue la de una máquina voladora, sino el de un sistema aerodinámico que ayudaba a controlar y manipular las superficies del aparato volador o aeronave.
Obviamente, los hermanos tuvieron que tener una larga experiencia mecánica que les ayudara en sus investigaciones, la cual obtuvieron después de varios años trabajando dentro de Ohio, Estados Unidos, donde se encargaban de trabajar con motores, bicicletas, y otros tipos de maquinarias. Fue en específico su trabajo con bicicletas el cual les dio la inspiración que necesitaban para darse cuenta que así como un vehículo inestables puede ser controlado y balanceado con práctica, una aeronave también podría partir del mismo principio. A su vez, muchas de sus primeras ideas se vieron ampliamente apoyadas por el talento de Charlie Taylor, un empleado suyo que a largo plazo se convirtió en una parte importante del proceso creativo de los hermanos.
Infancia
Orville Wright nació el 19 de agosto de 1871 en Dayton, Ohio, Estados Unidos; mientras que Wilbur Wright nació el 16 de abril de 1867 en Millville, Indiana, Estados Unidos, siendo este último el mayor entre los dos. Los dos hermanos fueron parte de los siete hijos que tuvieron Milton Wright y Susan Catherine Koerner.
Debido a que su padre era un obispo en la Iglesia de la Hermandad Unida de Cristo, ambos recibieron nombres de hombres religiosos, con el fin de también hacerlos lo más distintivos posibles el uno del otro. Durante su infancia, ambos eran conocidos como los niños del obispo en el vecindario.
En 1878 su padre les compraría un helicóptero de juguete, el cual romperían entre los dos, pero poco después armarían el suyo propio. Ambos hablaron de esta experiencia como su primera revelación, y proceso creativo, para entrar en el mundo de la aeronáutica.
Vida profesional
Entre 1890 y 1900, ambos hermanos empezaron a ilusionarse con la idea de entrar en el mundo de la aviación, y poder empezar a diseñar sus propias máquinas voladoras. En esos años eran dueños de una fábrica de bicicletas dentro de Dayton, Ohio; y usaron mucho de su conocimiento para empezar con sus experimentos, así como el de muchos libros que encontraron al estudiar.
En los próximos años experimentarían con distintos planeadores en Carolina del Norte, en donde realizarían distintos vuelos con distintos modelos, antes de empezar a fabricar el primer avión más pesado que el aire totalmente funcional en 1902.
Durante todo ese año entraron en un proceso creativo sumamente complicado, en donde crearon y modificaron distintos motores y aviones con el fin de hacerlos funcionar. El proceso fue difícil, pero al final terminó funcionando, en la forma del famoso Wright Flyer, el cual sería modificado 3 veces más y daría pie a la creación de un sinfín de aparatos e instrumentos de aviación.