Los hermanos Jacob Ludwig Karl Grimm y Wilhelm Carl Grimm, fueron conocidos por ser eruditos de la escritura de origen alemán, ya que no solo han escrito libros que han quedado en la cultura popular hasta el día de hoy, sino que también han estudiado la escritura. Entre sus más grande logros, son popularmente elogiados y reverenciados entre estudiosos de la escritura debido a que estuvieron entre las primeras personas que se encargaron de recolectar y poner en colecciones de cuentos distintas historias tradicionales como Cenicienta, Blancanieves, Hansel y Gretel, entre otros. Los dos grandes volúmenes recopilatorios se vieron reflejados en Cuentos de la Infancia y del Hogar, originalmente llamada Kinder-und Hausmärchent, una colección que se publicó entre los años 1812 y 1815.
Comienzos y su amor por la literatura
Los hermanos Grimm nacieron el 4 de enero de 1785 (Jacob) y el 24 de febrero de 1786 (Wilhelm); ambos en la localidad de Hanau, en Hesse-Kassel, un estado en aquel entonces independiente que hoy en día pertenece a Alemania. No obstante, crecieron en otra localidad, Steinau, una no muy lejos de su ciudad natal, siendo Hanau una localidad que hasta el día de hoy se siente orgullosa de ser la que vio nacer a ambos hermanos.
No obstante, su infancia no fue una fácil, debido a que su padre murió cuando aún eran jóvenes, la pobreza les trajo varios años difíciles. Sin embargo, tuvieron la oportunidad de estudiar más adelante en la Universidad de Marburg, siendo el punto de partida desde el cual empezarían a dedicar gran parte de su vida en investigar acerca de la lengua y la literatura germánica, haciendo hincapié en los cuentos de hada folclóricos de la zona.
Ya en el siglo 18, cuando llegó el auge del romanticismo, el cual causó interés en los cuentos de hada folclóricos, los hermanos Grimm y sus colegas se encontraron representando en sus escritos las formas más tradicionales de la literatura y cultura para la época, por lo que encajaron perfectamente.
Durante estos años de interés por parte del público general, llegaron a establecer una cierta metodología a través de sus estudios para poder recolectar información sobre las historias, la cual pasaría a ser la clave para poder realizar estudios folclóricos.
Después de la primera edición de su colección en tos volúmenes, esta misma fuera revisada montones de veces por los hermanos, terminando en una edición número siete, siendo esta la final. En el proceso de revisión se llegaron a agregar más cuentos, pasando de 156 historias a más de 200 historias.
Por otro lado, además de haber coleccionado y editado todo tipo de cuentos folclóricos, también se dedicaron a compilar distintas leyendas alemanas, siendo solo una parte de todo el trabajo de lingüística y literatura desde un punto de vista erudito sumamente grande. De hecho, ya para 1838 llegaron a empezar un diccionario de la lengua alemana, pero se quedaron cortos en la letra F.
La popularidad de los cuentos folclóricos de estos hermanos puede ser vista a nivel, teniendo en cuenta que han sido traducidos en más de 100 lenguajes distintos, y han visto adaptaciones al cine de manos de Walt Disney con Blancanieves y La Bella Durmiente. No obstante, no toda la publicidad que han tenido los hermanos Grimm ha sido del todo positiva, debido a que muchos de sus cuentos fueron usados durante la segunda guerra mundial a modo de propaganda por parte del Tercer Reich.
Por otro lado, hay que recalcar que la crueldad que a menudo es plasmada en estos cuentos, por lo menos en las versiones originales, fue cambiada a manos de los hermanos Grimm, aunque el valor general de los mismos no ha cambiado con el pasar de las décadas.
Muerte
En 1859 Wilhelm Grimm muere por una infección mientras estaba en Berlín. Debido a esta muerte, su hermano se vio profundamente afectado, haciéndolo más y más alejado de los demás. No obstante, seguiría trabajando en el diccionario que ambos habrían empezado hasta morir en 1863, dejando detrás de ellos un gran legado literario que es valorado por escritores e historiadores hasta el día de hoy.
