Está joven que debió padecer el asedio nazi y ocultarse con su familia recibía el nombre de Annelies Marie Frank y nació en Fráncfort Alemania el 12 de junio de 1929. Su familia era de descendencia judía y tenían varias generaciones radicados en Alemania, tuvo una infancia feliz en un hogar típico amoroso.
En 1933 a raíz de la proclamación del Hitler como Primer Ministro su padre, Otto Frank entendió que debía sacar a su familia del país, por lo que huyeron a Holanda, país que parecía ser un lugar seguro para proteger a la familia ante la amenaza nazi.
Primero viajó el padre Otto Frank, quien gracias a su habilidad de comerciante y negociante pudo levantar una pequeña empresa que pronto fue creciendo, para invierno puro llevar a su familia consigo.
Un lugar que ya no era seguro
Para 1939 cuando Ana Tenía diez años, el ejército alemán había avanzado mucho y un año después alcanzó el territorio holandés, por lo que cada vez la vida para los judíos en este país era más difícil.
Ante la situación que se vivía Otto Frank hizo arreglos para proteger a su familia, habló con las personas de su mayor confianza e hicieron arreglos para cuando llegara el momento de tener que ocultarse.
Durante este período, Ana mantenía una vida como todas las demás jóvenes, asistía clase e incluso tenía un enamorado, se trataba de Ed Hello Silverberg de 16 años, quien se sentía cautivado por la inteligencia y madurez que mostraba Ana.
Era una joven alegre y conversadora, motivo por el cual le reprendían en clase. En 1942 para el cumpleaños de Ana, su padre le regaló un diario con cubierta de cuadros que sería luego, el mejor testigo de su tiempo en el “anexo”.
Pocos días después llegó el momento más temido cuando recibieron en su casa una orden para que su hermana fuera trasladada a un campo de trabajo nazi, por lo que inmediatamente se trasladaron al lugar dispuesto por su padre para esconderse.
Descubrimiento del “anexo secreto”
Dos años después el 4 de agosto de 1944 tristemente los ocho ocupantes del “anexo secreto” fueron arrestados y dos meses después enviados al campo de concentración de Westerbork, de allí al de Auschwitz donde Otto Frank fue separado de su familia.
Posteriormente su hermana Margot y su madre pudieron ser trasladadas un campo de trabajo, pero no lo hicieron ya que debido a las garrapatas Ana había contraído una enfermedad y decidieron quedarse con ella, a pesar de todo separaron a la madre cuando enviaron a las hijas al campo de Bergen-Belsen.
Para entonces Ana había perdidos la esperanza, su hermana murió a causa de tifus y un mes después en marzo de 1945 murió Ana sin saber que su padre había sobrevivido.
Después que Otto Frank corrobora la muerte de su familia recibió el diario de Ana rescatado por su asistente Miep, quedó impresionado con lo que ella escribió, luego decidió publicarlo siendo uno de los libros más leídos en la historia.